En los campos de Villamanrique de Tajo, donde el sonido de las ovejas pastando es lo más importante, hemos hablado con Julián: el último pastor tradicional del área.
Desde cómo lograr que no se escapen las ovejas cuando toca dormir con ellas al raso, hasta el por qué hay que tener una oveja negra en el rebaño. Nos explicó cómo maneja a las 240 ovejas manchegas a su cargo, las cuales le proporcionan la leche para hacer un queso de gran calidad que se vende en la región.
Pero hay una oveja en particular que, según Julián, ha nacido para ser una estrella. ¡Y no le falta razón!