Gonzalo Caballero ha recibido el alta hospitalaria tras estar casi un mes ingresado en el hospital madrileño San Francisco de Asís, debido a la gravedad de la cogida que sufrió en Las Ventas el pasado 12 de octubre. El torero ha querido conceder una rueda de prensa para explicar cómo lo vivió y todo lo que sintió aquel fatídico día: “Voy a tratar de controlar los sentimientos, porque están a flor de piel”, comenzaba.
“Cuando me llevaban a la enfermería, asumí mi muerte. Fue algo muy duro”, ha desvelado en sus declaraciones más sinceras. Al amigo de Victoria Federica todavía se le notaba el susto en el cuerpo. Mirando al frente, las palabras brotaban de su boca y ha relatado con sumo detalle cómo vivió esos instantes en los que se debatió entre la vida y la muerte. “Cuando llegué a la camilla, prácticamente sin poder respirar, notaba cómo un grifo de sangre caliente se iba por mi mano”.
Gonzalo caballero tan solo pensaba en una cosa y así se lo hizo saber al médico que le atendió: “Lo último que dije fue que le dijeran a mi madre que la quería”. Una vivencia de lo más dura, que le ha marcado de por vida. Tanto es así que le ha hecho reflexionar sobre el curso de su vida: “No sabía si iba a recuperar los riñones o si iba a estar conectado a una máquina de por vida. Me di cuenta que la vida es caerse y levantarse”.