La palista madrileña María Corbera se proclamaba campeona del mundo de piragüismo junto con su compañera Patricia Coco en la modalidad C2-200, en los Mundiales disputados el pasado fin de semana en Copenhague.
El premio llega para resarcirse del duro golpe que María recibió en julio cuando se quedó a las puertas de acudir a los JJOO de Tokio. A pesar de haber conseguido para España la plaza olímpica, finalmente en un proceso selectivo a nivel nacional, fue la palista gallega Antía Jácome la que consiguió el pasaporte para Tokio: "fueron dos semanas muy duras para mí y me costó asimilarlo, pero ahora con este oro me he quitado esa espinita", nos cuenta María que atiende la llamada de El Partido de la Una.
La imagen entonces en esa final contra Antía fue el abrazo que se dieron ambas palistas al acabar la prueba: "mucha gente me ha comentado porqué me salió ese gesto de abrazarla. Ella también había trabajado mucho para conseguirlo y se lo merecía igual que yo. Me alegré mucho por ella".
Ese momento María se lo grabó en su propia piel y se tatuó la frase Everything happens for a reason (Las cosas pasar por una razón), y nos explica el motivo: "Yo solo puedo ser dueña de mis actos y no puedo controlar el resto. No ir a Tokio me hizo resetear y seguir luchando por este deporte tan sufrido, pero con el que tanto disfruto, y ahora me ha llegado la recompensa al trabajo".
La final del C2-200 fue muy disputada ante la pareja cubana, tanto que se tuvo que decirse en la foto finish: "Yo iba detrás en la piragua y vi claro que habíamos entrado primeras y se lo dije a Patricia, pero cuando vi que también lo celebraban las cubanas me entraron las dudas, y fueron unos minutos de mucha tensión hasta que se confirmó nuestra medalla de oro".
Sobre los próximos objetivos, María nos cuenta que: "De momento no sé cual será el próximo que si estoy segura de que pelearé por llegar a los Juegos Olímpicos de París", comenta emocionada la piragüista madrileña.