A un tiro de piedra de la Plaza de Chamberí (o a tiro de ballesta, nunca sabremos cuál es más y cuál es menos) existe un lugar que representa otro de los aspectos del barrio. El de viejos y eternos comercios que siempre han estado ahí. Se dice que la Bodega Santa Engracia es la que lleva más tiempo siendo bodega en todo Madrid. Es decir, el negocio que lleva más tiempo manteniendo su esencia de forma ininterrumpida.
Los mayores del barrio aseguran que las terribles peripecias de la familia de Luis y Dolores que aparecen retratadas en la magnífica obra de 'Las bicicletas son para el verano' se basan en sucesos ocurridos en los sótanos de esta finca. El subsuelo de esta bodega y de todo el barrio está horadado de túneles. Son los secretos caminos de Madrid, un mundo que también hay que explorar...