En Puerta del Sol esquina Carretas estaba la Librería San Martín, que se hizo famosa cuando José Canalejas, presidente del Gobierno, se paró a curiosear las novedades del escaparate. Los escoltas se despistaron, ay, Canalejas se entretuvo y el anarquista Manuel Pardiñas le pegó un tiro por la espalda.
Todo esto huele a chamusquina, porque cuando Pardiñas había conseguido huir, burlando a los escoltas, oh, misterio, se suicidó pegándose dos tiros, uno en cada sien. ¡Qué alguien nos explique cómo se hace eso!
Aunque ahora flipemos con la muerte de Kennedy y hayamos olvidado a Canalejas, el magnicidio causó un gran revuelo. No todos los días se asesina a un presidente. Enseguida se llevó al cine, un cortometraje mudo donde aparece por primera vez en pantalla, haciendo de anarquista, un jovencísimo Pepe Isbert.