Fernando Romay nos ha contado un sin fin de anécdotas relacionadas con su altura
Reconoce que no le gusta cuando hay alguien más alto que él
Foto: Telemadrid |Vídeo: Telemadrid
Fernando Romay es el primer invitado al que Bertín Osborne tiene que mirar desde abajo y es que el ex jugador del Real Madrid de baloncesto con sus 2,13 metros es imposible que pase desapercibido. Algo que siempre la ha ocurrido y eso que en el mundo del baloncesto dice que "de los altos yo era el bajito". Sin embargo, nada más entrar ha dejado con la boca abierta a los colaboradores y especialmente a Vicky Martín Berrocal por su talla de zapato. Nada más y nada menos que un 56, unos zapatos con los que a Vicky le ha resultado imposible andar de un lado para otro de plató. Romay, pese a ser muy grande, se divierte como un niño y no dudará en dejarse "liar" por los colaboradores del programa, pero él también les retará a una carrera ¿Quién ganará?.
El que fuera jugador de la selección nacional se pone en manos de los colaboradores del programa y se deja embaucar por sus locas ideas. Tal es así, que Vicky Martín Berrocal quiere sentirse en la piel de Fernando y prueba a meterse, literalmente, en sus zapatos para hacer un improvisado pase de modelos.
Una noche en la que Falete se estrenará como colaborador en una mesa de debate que dará mucho que hablar... y en la que trasladarán a Fernando Romay hasta una peluquería muy particular en la que tendrá que demostrar cuánto sabe del mundo del corazón. Con él, Bertín Osborne recordará diferentes etapas de su vida, sus éxitos profesionales y su día a día en familia.
Fernando Romay ha contado un montón de anécdotas que le han ocurrido por medir más de 2 metros, desde tener que dormir en el suelo por no entrar en camas de hotel, ir doblado en una ambulancia para poder cerrar las puertas o tener problemas para conducir la mayoría de los coches. Además, ha confesado que sólo en una ocasión ha podido entrar en una tienda a comprarse una camisa, porque desde que era niño la ropa se la hacen a medida. Y lo mismo le ocurre con los zapatos, ya que una tienda de La Rioja es la encargada de hacer sus pares de zapatos del número 56.