El Cristo de los Alabarderos es una de las imágenes de Semana Santa más veneradas por los madrileños. Este viernes santo no podrá procesionar por las calles de Madrid, como ya ocurrió el año pasado, pero a partir del sábado 27 todos los fieles podrán visitar al Cristo en la Catedral Castrense.
Por segundo año consecutivo, se han suspendido todas las procesiones de Semana Santa a causa de la pandemia. La devoción no se vivirá en la calle pero si en las iglesias y parroquias, que han organizados actos litúrgicos durante estos días.
Antonio Mayordomo es capataz de la cofradía del Cristo de los Alabarderos y nos cuenta cómo han organizado las visitas de los fieles a la Iglesia del Sacramento, para contemplar la imagen en un altar de culto.
Si fuera una Semana Santa normal, el Cristo de los Alabarderos saldría el viernes santo desde el Palacio Real por la Puerta del Príncipe y terminaría en la Catedral de las Fuerzas Armadas.
“Este año, como el cristo no va a salir, hemos decidido bajarlo para que la gente lo tenga más cerca y puedan pedirle lo que quieran”, explica Antonio. Eso sí, siempre respetando todas las medidas sanitarias.
Tradición del Cristo de los Alabarderos
Desde el siglo XVII la guardia Real de Palacio sale en Procesión con el Cristo de los Alabarderos y recorres las principales calles del centro de Madrid.
Esta tradición de la Casa Real, más concretamente de sus leales guardones, se retomó en el año 2001, y desde entonces, junto a la Guardia Real, la Congregación del Santísimo Cristo de la Fe, Cristo de los Alabarderos y María Inmaculada Reina de los Ángeles, sale para realizar su estación de penitencia la tarde el viernes santo.
Normalmente, cada viernes Santo y a las 19.00h de la tarde, por la Puerta del Príncipe, que es la que da a la Plaza Oriente, la talla escoltada por la Guardia Real sale del Palacio Real y recorre las calles e Bailén, Mayor, la Plaza de la Villa, Plaza Mayor, calle de la Sal y la de Postas para terminan en la Catedral Castrense.
Un verdadero espectáculo, donde la tradición, la sobriedad de la Guardia Real y de la congregación, se unen para acompañar al Seños de los Alabarderos, y que se espera que se pueda realizar el próximo año si las condiciones sanitarias lo permiten.