Jordi Sánchez se ha recuperado de la covid y presenta su nuevo libro 'Nadie es normal'
- El actor estuvo mes y medio ingresado en el hospital a causa del coronavirus
Jordi Sánchez es uno de los actores más queridos de nuestro país. Estuvo ingresado un mes y medio en el hospital con coronavirus, 24 de ellos en coma inducido en la UCI. El actor cuenta que lo peor de aquellos días fueron los delirios que sufrió en la UCI, ya que soñaba que la mitad de su familia había muerto.
Ya recuperado de la enfermedad, el actor de la mítica serie La que se avecina, ha detallado cómo vivió esos 24 días intubado en la unidad de cuidados intensivos de la Fundación Jiménez Díaz.
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“Después de 24 días en coma inducido, cuando me despertaron no podía ni caminar, ni hacer nada, ni siquiera escribir”, señala en Está Pasando. Quienes realmente lo pasaron mal fueron sus familiares, porque no podían hablar con él. Y es que, como relata el actor, al principio piensas que serán un par de días, pero luego las semanas van pasando y todo sigue igual, “24 días son muchos días”, añade.
“Cuando me despertaron no podía ni caminar, ni escribir”
Ahora solo tiene palabras de agradecimiento para todos los sanitarios que le salvaron la vida. Jordi cree que se debió contagiar del covid-19 durante el rodaje de una película y señala que, aunque les hacían pruebas muy frecuentemente para detectar el virus, siempre existe un riesgo.
“Nos hacían pruebas todas las semanas, si teníamos síntomas también. Siempre estábamos con la mascarilla, solo nos la quitamos para rodar”, cuenta.
Jordi es una de esas personas que se pasa la vida en un tren, yendo y viniendo por su trabajo: “Mi familia está en Barcelona y yo suelo trabajar en Madrid; por eso siempre intento comprar tiempo, pero desde que pasé el coronavirus un poquito más”, explica.
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‘Nadie es normal’, su nuevo libro de relatos
El actor de 57 años lleva varias décadas trabajando como actor y escribiendo teatro. Ahora acaba de publicar un nuevo libro de relatos, ‘Nadie es normal’, donde reúne decenas de historias cotidianas, reflexiones vitales y anécdotas de su profesión.
“Me falta uno para completar la docena", bromea. El libro está lleno de historias de ficción cargadas de humor, salpicadas de ternura, y con un punto de acidez y crítica necesarias con las que el autor nos adentra en su mundo profesional.
El título del libro hace referencia a una de las narraciones que podemos encontrar entre sus páginas: “Es esa obsesión que tenemos siempre para buscar la aceptación del vecino, y el vecino la nuestra, esa preocupación por no ser distinto de los demás”, explica.
