Los profesionales sanitarios se enfrentan a diario con situaciones dolorosas y una gran carga de trabajo. Para abordarlas de manera adecuada se necesita, además de conocimientos y habilidades científico-técnicas, actitudes empáticas. En este aspecto incide la doctora Ofelia Carrión, médico y profesora de la facultad de Medicina de la universidad CEU San Pablo.
“Como paciente grave, lo digo por experiencia personal, la tendencia habitual es a abandonarte y dejarte hacer sin cuestionar lo que propone el médico. De mi experiencia personal me quedé con la cercanía del equipo sanitario que me atendió; me quedé con su trato cercano, con sus miradas y sus palabras de ánimo, comprensión y de apoyo para afrontar mi enfermedad desde una perspectiva positiva. Eso ayuda a curar”.
A los futuros médicos, hay que explicarles lo difícil que resulta empatizar si no se poseen ciertas habilidades personales relacionadas con la conciencia plena, el autoconocimiento y la gestión emocional. “Pero esto no se enseña en las facultades –señala convencida la doctora Ofelia Carrión-- y, con frecuencia, los estilos de respuesta, sobreimplicación o excesivo distanciamiento, resultan perjudiciales a largo plazo”.