El voluntariado de salud en poblaciones vulnerables no solo se enfoca en mejorar la atención sanitaria, sino también en cultivar valores esenciales como la cooperación, la justicia social y el respeto hacia las personas más desfavorecidas.
“Al participar en el proyecto La luz de las niñas en Guatemala, señala María González Moreno, profesora de Biología Celular y responsable de la Unidad de Historia de la Ciencia en la facultad de Medicina de la universidad CEU San Pablo, aquello sirvió para que las niñas pudieran continuar estudiando y eso les ayudaría a tener un mejor porvenir dentro de su propia comunidad indígena”.
Participar como voluntario no casa bien con la vanidad y los selfies en lugares remotos, “la cooperación, apunta la bióloga González Moreno, se basa en ayudar sin esperar recompensa de ningún tipo”.