La gripe acecha a los pacientes más débiles, niños, crónicos, embarazadas y mayores. “Los sanitarios debemos sumarnos a la vacunación, asegura el doctor Barberán, no tanto por infectarnos como por evitar ser nosotros los vehículos de transmisión. Hay dos medicamentos antivirales para la gripe que actualmente se recomiendan para la prevención y el tratamiento: el zanamivir y el oseltamivir. Funcionan para tratar tanto la gripe A como la B y consiguen reducir los días de síntomas de la enfermedad.” En el caso de las personas más vulnerables, sobre todo mayores, se aconseja inocular la vacuna contra la Gripe de cada año y también la vacuna frente al neumococo, que consiste en una sola dosis en la vida. Esta infección puede dar lugar a dos tipos de manifestaciones: infecciones de vías respiratorias altas, lo más frecuente; y cuadros sistémicos graves, como septicemias, meningitis y neumonías, “entre estas últimas, señala José Barberán, vicedecano y profesor titular de patologías infecciosas de la facultad de Medicina de la universidad CEU San Pablo y jefe de servicio de Medicina Interna-Enfermedades Infecciosas del hospital HM Montepríncipe, muchas de las que se producen como complicación de la gripe, que suelen ser graves y requieren hospitalización”.