Los quince procesados por la tragedia del Madrid Arena, con el empresario Miguel Ángel Flores a la cabeza, se sientan a las diez de la mañana en el banquillo de los acusados. Lo hacen para responder ante la Justicia por la muerte de las cinco jóvenes que perdieron la vida en una fiesta de Haloween la madrugada del 1 de noviembre de 2012.
Miguel Angel Flores se sienta en el banquillo como principal imputado. La fiscalía le señala como el máximo responsable de lo ocurrido aquella noche. No fue un accidente, fue una cuestión claramente evitable si los acusados no hubieran tenido una conducta pasiva que contribuyó al fatal desenlace. A Flores, le imputan 5 delitos de homicidio por imprudencia grave y 16 de lesiones, por lo que piden para él... una pena de 4 años de prisión y 6 de inhabilitación. La pena máxima que permite el Código Penal. José Javier Polo, es el fiscal provincial de Madrid.
La fiscalía no acusa al exjefe de la Policía Municipal, Emilio Monteagudo, al entender que no hay pruebas que avalen que su conducta esté relacionada con la muerte de las 5 chicas. Se sentará en el banquillo, sí, pero imputado por las acusaciones particulares.
Al resto de acusados, el Ministerio Fiscal les imputa también 5 delitos de homicidio por imprudencia grave y 16 de lesiones por imprudencia grave, por lo que solicita 3 años de cárcel, mientras que a los 2 médicos se les imputan 3 delitos de homicidio por imprudencia grave profesional, hechos por lo que reclama dos años y seis meses de prisión. La Fiscalía les acusa a todos ellos de una "falta absoluta de control y de medidas de seguridad, seguido de un exceso de aforo. La suma de todo...condujo a la avalancha que resultó mortal.