Los máximos responsables de los sindicatos CCOO y UGT, y de las patronales CEOE y Cepyme firmaron el Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva 2015-2017, aunque volvieron a mostrar algunas discrepancias sobre su aplicación, en especial en lo que se refiere a los incrementos salariales.
Por un lado, el presidente de Cepyme, Antonio Garamendi, insistió en la firma del pacto en que los términos del acuerdo establecen un "hasta, con h", en el incremento salarial (1% en 2015 y 1,5% en 2016), pero que esa subida deberá acomodarse a la situación de cada empresa".
"Suscribimos al cien por cien el acuerdo", dijo el responsable de la patronal de las pequeñas y medianas empresas, quien, no obstante, agregó que "el término es hasta", por lo que los negociadores de los "más de 6.000 convenios" que aún hay pendientes "tendrán que actuar en función de cada situación".
Por el contrario, el secretario general de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, insistió en que el acuerdo es "obligacional", ya que "obliga a las cuatro partes firmantes" a hacer lo posible para que se lleve a cabo.
Además, defendió que el pacto es "para el crecimiento de los salarios" y que incluso contempla la posibilidad de "mejorar esos parámetros (el 1% para este año y 1,5% para el próximo) en función de variables como los resultados de las empresas o la mejora de la productividad".
No obstante, apuntó que "es un acuerdo que interesa a las dos partes (empresarios y sindicatos)" y agregó que se debe poner el "acento" en otro objetivo, que es el de la "mejora del empleo y de su calidad". Por su parte, el secretario general de UGT, Cándido Méndez, ironizó que en la actualidad los cuatro representantes de los agentes sociales pueden parecer un "grupo de jazz" en el que cada componente "va por su parte", pero afirmó que "al final tocaremos la misma melodía, que es la del empleo de calidad".