Las altas temperaturas están haciendo que los españoles busquen a la desesperada pequeños trucos que hagan más ameno el intenso calor.
Mientras que el precio de la luz sigue por las nubes, para los ciudadanos es inevitable pagar las consecuencias y seguir activando el aire acondicionado para poder sobrevivir en el día a día. Esto, sin embargo, tiene un impacto directo en la economía.
Las casas se calientan a lo largo del día y se hace imposible estar dentro de ellos, pero, sobre todo, dormir. El aire acondicionado cuesta 45 céntimos la hora. Si sacamos la calculadora, los números asustan mucho. Poniendo como ejemplo mantener el aire durante toda la tarde, aproximadamente seis horas, la factura diaria supera los tres euros.
Por ello, es conveniente echar mano del ventilador. El gasto es 18 veces menor que el del aire acondicionado. Por seis horas solo se pagan 16 céntimos.
Sumando los precios de toda la duración de la ola de calor, los aires durante seis horas diarias superarán los 21 euros extra respecto a las facturas del mes anterior, y en el caso del ventilador, solo supondrá un incremento de solo 1 euro más.
En estas olas de calor el aire acondicionado puede ser el mayor aliado o el peor enemigo. Un 20% de los catarros, laringitis, faringitis o procesos bronquíticos que se producen en verano los causa el aire acondicionado. Se debe evitar el chorro directo y la temperatura tiene que estar por encima de los 25 grados.