La historia de Sergio y el pequeño Álvaro es una de esas historias que te dejan sin aliento. Es como un auténtico milagro, y la persona que ha relatado su historia en sus redes sociales ha sido Sergio, Jefe de Pediatría del Hospital Reina Sofía de Tudela y doctor que atendió al pequeño para que veamos lo difíciles que son estar urgencias infantiles.
“Ayer nos llega a la urgencia un niño de 3 años en coma. nos comentan que tiene fiebre y la madre se lo ha encontrado sin conocimiento. desde ese momento todo el equipo médico del Hospital Reina Sofía se vuelca en el paciente”.
El paciente se llama Álvaro. “Primera impresión: convulsión febril, se hace el abcde de la reanimación. dado el estado del niño se decide intubar. Nos cuesta dos intentos”. A pesar de los esfuerzos, el pequeño no mejora. La preocupación de Sergio por su paciente es cada vez mayor. El siguiente paso es su traslado a otro hospital.
“El traslado lo hacen los compañeros de la UVI móvil, que son unos cracks para esto. Llega estable e ingresa en la Uci pediátrica”.
Tras el traslado, Sergio se marcha a descansar tras más de 30 horas de trabajo. Sus compañeros pasan la noche en vela pendientes de la evolución del niño.
“A primera hora tengo un mensaje, van a intentar retirar el tubo a ver qué tal responde”.
Solo unas horas después, recibe un nuevo mensaje. El más importante.
"Álvaro está viendo dibujos animados, se me saltan las lágrimas”.
Y así sucedió el milagro. El pequeño Álvaro pasó a planta y está recuperándose como un campeón. Y todo, gracias al sobresfuerzo y la implicación de un gran equipo de profesionales. Entre ellos, Sergio.
Sergio alaba el trabajo de la UCI pediátrica en estos casos y hace un llamamiento a la vida: “todos los días en mis años de trabajo te enfrentas a casos como este, en el que un meningococo te complica la vida de un niño sano. Y es muy duro. Y es cuando te das cuenta de que la vida es mucho más efímera y rápida, y que te cambia en unas horas, y que nadie estamos exentos de estas cosas que te cambian el valor de la vida. Tener en tus manos la vida de los niños o de cualquier persona te hace pensar cuando te vas a la cama en historias como esta, que no te dejan indiferente, porque está en manos médicas el sacar adelante un niño”.