Si no se han dado cuenta, compruébenlo la próxima vez que vuelvan del supermercado.
Muchas marcas han empezado a recortar la cantidad que venden de sus productos. Sin embargo, lo hacen de manera disimulada, sin varias el precio, para que de esta manera el consumidor no note la diferencia.
Esta práctica es conocida como ‘reduflación’. En definitiva, consiste en vender el mismo producto con diferente cantidad sin que el precio varíe. El objetivo es evitar el desabastecimiento y que los consumidores no vean un incremento significante en sus bolsillos.
No obstante, hay supermercados que ya alertan de la inexistencia de algunos productos. La leche, la harina o algunas verduras y frutas empiezan a escasear debido a la huelga de los transportistas.