Cada día es más común escuchar el término "síndrome del impostor". Se trata de un problema psicológico que empieza a desarrollarse en la infancia, cuando los niños sienten que no están a la altura y que no son lo suficientemente buenos.
Este síndrome los sufren también niños que sacan buenas notas, al pensar que el éxito escolar se produce por pequeños golpes de suerte o gracias a terceros. Pese a que les va muy bien, ellos sienten que son un fraude.
Según un estudio, el 70% de las personas lo ha sufrido o lo sufrirá alguna vez. Ahora bien, existen varios niveles. El primer nivel del síndrome del impostor se traduce a un sentimiento de insuficiencia generado por inseguridades ante un nuevo reto. Pero también existe otro nivel que puede considerarse como muy grave y es el que perdura de manera diaria en la mayoría de asuntos cotidianos.
Algunas de estas causas radican en no destacar por grandes logros, a diferencia de otros familiares, la inseguridad por experiencias vividas que terminaron en fracaso o por cambios en la vida laboral.