Las prisas no son buenas y eso propicia que la mayoría de españoles lleguen tarde a sus respectivos trabajos, citas e incluso consultas médicas. En España ya se ha asumido que la impuntualidad es una de las grandes rutinas del día a día.
Nuestra redacción ha medido el tiempo de retraso con el que llegan nuestros colaboradores y el resultado seguramente te termine impactando. Una de las causas de no estar a la hora pactada se explica por la gran presión del día a día para atender y cubrir las necesidades del trabajo, las necesidades familiares y, por supuesto, las de uno mismo.
En muchas empresas ya se están planteando bajar el sueldo a los empleados que lleguen tarde. Una medida que seguramente ayudaría a mejorar este aspecto.