Cada uno tiene sus manías y no se puede hacer nada por evitarlas. Pero los famosos van un paso más adelante y dicen tener verdaderos caprichos inimaginables.
Shakira, antes de actuar, pide dos espejos de cuerpo entero, un sillón y una cesta con fruta variada. Antes de actuar también toma leche desnatada y botellas de vino. Es decir, la cantante hace uso de la leche o del vino, dependiendo del día.
Mariah Carey prefiere beber champagne, pero lo hace con pajita. Y en sus hoteles la música que suena es la que ella elige, además de pedir su habitación muy cerca del gimnasio.
El cantautor brasileño, Roberto Carlos, pidió que todas sus habitaciones y camerinos es los que fuera a estar fuesen blancos. También exigió que le tuviesen preparadas 6 almohadas, 24 toallas de baño, 8 toallas para la cara, 20 alfombras de baño y 4 cajas de pañuelos.
¿Quién pediría papel higiénico de seda roja? Es una de las exigencias de Beyoncé, además de tener siempre tres camerinos: uno para relajarse, otro para maquillarse y el tercero para peinarse.
La estrella del pop española, Malú, más que manías tiene supersticiones. Si un concierto le va bien, para el siguiente no se cambia de ropa interior.