La infidelidad financiera se produce cuando alguien de la pareja utiliza el dinero de ambos y oculta los gastos. El 41% de las pareja (al menos una parte de los dos) admiten haber sido deshonestas en temas de dinero. Una de las soluciones para estar parejas es aplicar el lema: "mi dinero, tu dinero, nuestro dinero”. En otras palabras, hay que tener tres cuentas. Ahora bien, incluso con esta estrategia en muchos casos tampoco funciona porque de la cuenta común se pagan muchas compras personales y a escondidas de la otra parte.
Algunas de las maneras más habituales de ser infiel a la pareja en este asunto es escondiendo tickets, disimulando una nueva compra como antigua y mintiendo en que estás más tiempo en el trabajo cuando realmente te has ido a comprar con el dinero de los dos.
Todas estas mentiras suelen acabar en problemas serios si una parte de la pareja lo descubre. De hecho, existen matrimonios que han llegado a divorciarse por haber sido infieles financieramente.