La Cabalgata de Reyes en Madrid ha vuelto a desbordar las calles con una expectación máxima. Más de 200.000 personas han desafiado las previsiones de lluvia para disfrutar de uno de los eventos más esperados del año.
Equipados con chubasqueros, paraguas, y mucha ilusión, los asistentes llenaron las calles desde primera hora del día para asegurar los mejores lugares.
La paciencia fue la clave para los espectadores, algunos de los cuales llevaban horas esperando. “Llegamos sobre las 11:30, llevamos aquí dos o tres horas, pero merece la pena”, ha comentado una familia que, como muchas otras, no ha escatimado en preparación.
Sombrillas, café, roscón y bolsas para recoger caramelos se han convertido elementos indispensables en la logística de quienes querían aprovechar al máximo la experiencia. “Estamos bien reforzados, incluso con paraguas para coger caramelos”, ha añadido otro asistente con humor.
El entusiasmo por los caramelos ha sido otro de los grandes protagonistas de la tarde. “Queremos coger 10 millones”, exclamó un niño que, acompañado por su madre, vivía con emoción el momento más mágico del año.
A pesar de las previsiones meteorológicas, la lluvia no ha arruinado el evento y los magos consiguieron que su mensaje de esperanza y generosidad calara hondo en los corazones de los asistentes.