La siesta es un bien de interés cultural y sino que se lo digan a los famosos internacionales. Eso sí, hay que tener mucho cuidado porque no siempre es buena y finalmente lo que era un momento de relax se acaba convirtiendo en una pesadilla, nunca mejor dicho.
Existen muchos tipos de siesta. En primer lugar, las hay rápidas. Es decir, lo que se dice coloquialmente hablando como una cabezadita. También las hay de dos o tres horas, a esto se le conoce como siestas de pijama y orinal. Pero tampoco podemos olvidarnos de las siestas que se juntan con la hora de dormir porque, sin duda alguna, esas son las más perjudiciales.