Todo es poco para para cuidar la intimidad de la casa que Richard Gere compartirá con Alejandra Silva y sus hijos en Madrid: Un muro de 4 metros, 8 cámaras y garita de seguridad.
Concretamente en La Moraleja. Se mudan a un chalet de 800 metros cuadrados en una parcela de 3000 metros cuadrados, en una de las mejores zonas de la urbanización.
Según expertos en el sector inmobiliario, la casa supera los cuatro millones de euros, a lo que habría que sumar las obras de acondicionamiento exigidas por la pareja.
Todos los trabajadores y empleados deberán firmar un contrato de confidencialidad. Gracias a ello, y a los altos muros que lo rodearán, nada sabremos de su vida y la de los suyos en su interior.
Aun estando así de aislado, Gere se ha mostrado muy contento de venir a España. ¿Podremos verlo salir y pasearse entre nosotros?