El monasterio más antiguo de Madrid está situado en la margen derecha del río Alberche, en Pelayos de la Presa, a tan solo 60 kilómetros de la capital. En ruinas y desconocido por la mayoría de la gente, es el el tercero más grande de la Comunidad de Madrid.
Fundado en el año 1150. Alfonso VII el Emperador, Rey de Castilla y León otorgó a los monjes benedictinos el Privilegio Real de Fundación. El monasterio está construido en estilos románico, gótico, renacentista, barroco y un posible mozárabe.
El arquitecto Mariano García Benito adquirió las ruinas en 1974 e invirtió esfuerzos en su rehabilitación; posteriormente lo donó al ayuntamiento de Pelayos de la Presa en 2003.