El torero segoviano Víctor Barrio falleció el 9 de julio de 2016 debido a una herida por asta de toro, en la plaza de toros de Teruel, a la edad de 29 años. Esta muerte conmocionó el mundo del toro puesto que hacía más de treinta años que un matador no moría en la plaza (los dos últimos habían sido El Yiyo en 1985 y Paquirri en 1984).
La historia de Víctor comienza en Grajera, Segovia, donde desde muy pequeño demostró una especial inclinación por la tauromaquia, tal y como nos cuenta su madre, a pesar de que ella intentaba desviarle de ese camino. Con la ayuda de su hermana pequeña, inventaba excusas para sus padres, para poder asistir a capeas y encierros, forjándose entre los dos hermanos un ambiente de colaboración mutua.
Cuando cumplió la mayoría de edad y llegó el momento de decidir su futuro, Víctor habló con su familia, contándoles su determinación de ser torero. Aunque sus padres no estaban contentos con la decisión de su hijo porque sabían lo difícil que era ese mundo, dispusieron apoyarle y ayudarle en todo lo que pudiesen. De ese modo, Víctor comenzó su carrera profesional, no exenta de dificultades.
Raquel, su mujer, nos cuenta lo duras que eran las temporadas, puesto que no contaba con todas las oportunidades que deseaba y nos habla del miedo que tienen los toreros y cómo lo gestionan. Todo eso se hizo patente en Víctor días antes de la corrida de toros de Teruel y fue su mujer la que le apoyó y convenció de que no debía perder esta ocasión, que tenía que coger todas las opciones que pudiese para intentar conseguir su triunfo.
El 9 de julio de 2016 se traslada un autobús de gente de Sepúlveda, donde residía Víctor, para disfrutar de una tarde de toros y del joven torero. Además de vecinos, en la plaza está presente toda la familia de Víctor, excepto su madre.
El tercer toro de la tarde, el primero para el segoviano, le asesta la gravísima cornada que le traslada a la enfermería de la plaza, donde la cirujana Ana Utrillas, intenta sin éxito salvarle la vida. La herida era mortal y la reanimación no da resultado.
Toda la familia y los amigos de Víctor recogen la devastadora noticia, mientras esperan a Ester, la madre del torero, que era la única que, por trabajo, no había asistido a la plaza.
Ester ha visto la corrida por la televisión y, antes que los aficionados presentes, ha sido consciente de la inmensa gravedad de la cornada. Inicia así un viaje en coche de cuatro horas hasta llegar a Teruel, intentando averiguar qué ha pasado y cómo se encuentra su familia.
El día 9 de julio cambió la vida de toda la familia de Víctor, que tuvieron que despedirle antes de tiempo, y que se enfrentan al duro reto de aprender a vivir sin él.
A través de las tres mujeres más importantes de su vida, su madre, su mujer y su hermana, conocemos la historia y la lucha de Víctor Barrio, el torero que dio todo por su sueño.