Nada menos que 7.000 niños estudiaron el pasado año en los colegios de los doce hospitales madrileños que cuentan con este servicio. Se trata de un recurso que pretende mantener la continuidad educativa para los niños hospitalizados y, en este sentido, garantizar la igualdad de oportunidades. Atrás quedaron los tiempos en los que los pequeños se tiraban todo el día en cama viendo la tele y los padres aguantaban estoicamente al pie del cañón. Este tipo de aulas vienen a aportar una integración social y afectiva que sirve para amortiguar la ruptura con su vida normal y desdramatizar su situación al contactar con niños en similares circunstancias. Existe además un servicio de atención educativa domiciliaria que se presta en las propias casas cuando los niños todavían no pueden volver a su escuela.
José Ángel Gómez Carrasco, jefe de pediatría del hospital Príncipe de Asturias de Alcalá, y Ana Isabel Aparicio, enfermera del mismo centro, han estado en Madrid Contigo contándonos cómo funciona este servicio.