Ana María Díaz Benjumea, es una pequeña empresaria de Mijas (Málaga), a la que el Departamento de Hacienda de la Generalitat Valenciana le reclama casi 900.000 euros por el impuesto de Sucesiones de una herencia de la que no sabe nada. Un 'caso kafkiano' que le provoca "asombro y e incredulidad". Lleva seis años peleando para saber cuál es la herencia que origina la deuda y "ellos mismos no me saben decir la causa".
Asegura que ella liquidó 40.000 euros por el impuesto de Sucesiones en Alicante, tras el fallecimiento de su madre y que "está todo al día".
"Yo no me niego a pagar pero quiero saber de qué y su porqué", asegura Díaz Benjumea. Reconoce que el primer año fue muy duro "hasta que lo masticas" y denuncia los perjuicios que le ha ocasionado el embargo fiscal en su vida diaria.
Desde la Asociación 'Stop Sucesiones' que le asesora, Eligio Taboada, lo tiene claro: "la Generalitat Valenciana le reclama casi un millón de euros por una herencia fantasma" cuando además "la mayoría de la deuda la ha generado la propia Administración con sus retrasos".
Ana María Díaz tras darle muchas vueltas cree que la supuesta herencia podría estar relacionado con el patrimonio de su padre que falleció hace 13 años en Venezuela, tras divorciarse allí de su madre, pero son todo suposiciones. "Nadie me sabe decir a qué corresponde", algo que asegura se parece mucho a "un atraco a mano armada".