Este libro nos demuestra, gracias a las propias vivencias de Fueyo y a sus lecturas, que el ser humano está programado para desear y conseguir el éxito, y que alcanzarlo y disfrutarlo es bueno tanto para el individuo como para la sociedad.
El éxito se puede cultivar en múltiples facetas, no nos debemos limitar a un solo talento. Tal y como dice Fueyo, «conseguir tener éxito es un viaje, y ser feliz es definitivamente la meta». Esforzarnos por ser los mejores nos lleva a adquirir un sentido más profundo de la existencia, con lo cual ayudamos también a otras personas.