Ramón Paso: "Vivimos en un país tan hortera que confundimos éxito con vulgaridad"
Redacción
El director teatral y dramaturgo Ramón Paso se ha criado rodeado de grandes nombres de la comedia y de una libertad y apertura, “sin tabús”, que destaca por encima de todo.
Se podría decir que Paso estaba predestinado a la comedia, pero, lejos de parecer una maldición, nuestro protagonista se siente orgulloso y privilegiado por dedicarse a una profesión vocacional: “Desde que era niño sabía que me quería dedicar a hacer reír”, asegura el director en Madrid Directo.
No todo son flores. El dramaturgo pone sobre la mesa la dificultad del género: “Cuando termino una comedia siempre digo, nunca más. Al contrario que en el drama, en la comedia, cuando tienes argumento no tienes nada, hay que empezar a hacer chistes”, explica.
“Si hay algo más difícil que escribir comedia, es dirigirla, y aún más interpretarla”, continúa diciendo. “El actor dramático hace un horror y el público al final se va y aplaude por educación, pero en la comedia, si el público no se ríe es tremendo: nada suena tan desagradable como 400 personas calladas… El infierno es eso”, asegura.
“La comedia no se premia y encima las instituciones la desprecian porque creen que es más fácil, más comercial… Vivimos en un país tan hortera que confundimos éxito con vulgaridad”, sentencia.
A pesar de ello, para el director el teatro goza de una “mala salud de hierro”. También personalmente. Paso cuenta con un buen número de obras en cartel ('El secreto', 'BlaBlaCoche'...), incluida una nueva adaptación “más gamberra” del clásico de Wilde, ‘El Abanico de Lady Windermere”, en el Teatro Lara.