El actor José Sacristán acaba de enterarse de que le han concedido el Goya de Honor 2022, “por ser modelo de entrega, pasión, ética y profesionalidad”. Es el segundo premio que recibe este año, tras el Nacional de Cinematografía, pero el actor no se duerme en los laureles: “Los premios caen bien porque caen trabajando”, confiesa Sacristán en Madrid Directo.
Hablamos con el premiado en un momento de descanso en la carretera. Regresa a Madrid tras la gira de 'Señora de rojo sobre fondo gris' y acaba de rodar con Fernando Colomo. El actor acumula casi 60 años de profesión, pero no para.
Su capacidad de trabajo está fuera de toda duda, pero la suerte es un factor importante en la carrera de cualquier artistas, "porque si no, el trabajo puede ser estéril”, asegura. Sin embargo, para el actor es fundamental que, cuando llegue la suerte, “te coja despierto”.
En momentos de gloria como este, José Sacristán sigue aferrado a sus orígenes. Es “el hijo de Benancio y la Nati”, que para el actor representan el referente moral: “Una de las cosas que más celebro en la vida es saber, a mucha honra, de dónde vengo”, asegura.
El calor familiar garantizó a Sacristán una infancia feliz, a pesar de la “violencia exterior”. Un amor que le permitió jugar libremente a ser actor, sin que fuera consciente de que aquellos juegos en el patio acabarían convirtiéndose en su profesión: “La mayor razón por la que me dedico a esto es lo que tiene de juego. Sigo con las plumas de las gallinas puestas en la cabeza como hacía de niño”, dice el actor.
La experiencia y la educación familiar le han permitido expresar lo que piensa en todo momento, aunque esa significación le cueste la reprobación de determinados sectores de la sociedad: “Yo estoy encantado de enfrentarme con ese sector”, asegura. “El artista es un ser humano que, como ciudadano, tiene que expresar lo que piensa, pero no escudándose en el artista”, opina Sacristán.