Comer un kiwi ecológico que viene de Nueva Zelanda, ¿es realmente ecológico?
Redacción
Celebramos el Día Mundial del Clima con un punto de vista distinto, el de José Miguel Mulet que ha escrito ‘Ecologismo real’ (Destino), un libro que promueve la conciencia ecológica sin caer en los “bulos del ecologismo de postureo, que está pensando más en el impacto mediático que en medidas realmente efectivas”, asegura el autor en Madrid Directo.
Frente al “postureo”, evidencias científicas es lo que propone Mulet. Y uno de los caballos de batalla de la ecología en estos momentos está en la alimentación.
“La comida ecológica es solamente una etiqueta. Te dice los fertilizantes, insecticidas y antibióticos que se han utilizado para el cultivo, pero luego te encuentras un kiwi ecológico que viene de Nueva Zelanda, y ya sabes que esa etiqueta no te garantiza nada del impacto ambiental”, explica Mulet.
“Sabemos que comer fruta y verdura es mejor para nosotros, para la economía y para el medio ambiente, pero no se dejen marear por etiquetas”, dice el autor, “a la hora de consumir, la mejor garantía es que compremos los productos de temporada y de proximidad”.
Otro ejemplo de nuestra vida diaria, la movilidad. “Los coches nuevos gastan menos y son más respetuosos con el medio ambiento, pero el mayor consumo de recursos se da en la producción y el reciclaje, entonces, lo más ecológico es alargar la vida del vehículo lo más posible”, dice Mulet.
“Los coches eléctricos vienen bien para la ciudad, pero mientras las principales fuentes de electricidad sean los combustibles fósiles, estaremos cambiando el humo de sitio”, añade. “Por otro lado, antes incluso de utilizar el coche, debemos pensar si ese desplazamiento podemos hacerlo de manera alternativa y menos contaminante”, dice el autor.
El mismo razonamiento se puede aplicar a los electrodomésticos. “Si estamos tentados de cambiar el que tenemos por otro de menor consumo energético, tenemos que pensar que lo mejor es amortizar la vida útil del aparato”, añade.
Cada uno de nosotros, en nuestras propias casas, podemos comenzar esa revolución ecológica razonada: ¿Las ventanas cierran bien?, ¿qué orientación tiene la casa?, ¿necesito vivir en una vivienda unifamiliar?... El mayor consumo de energía en nuestras casas se dedica a la climatización, explica Mulet, por eso debemos optimizar los recursos para que no se escape el frío o el calor.