Cuando se cumplen 40 años del intento de golpe de Estado, Com.Permiso convoca a tres cronistas de la Villa de Madrid que vivieron en primera persona el 23-F.
Pedro Montoliú trabajaba por aquel entonces en el diario El País. Crecía el rumor de que muchas personas trataban de huir de España con todo su dinero a través de Barajas. Le enviaron al aeropuerto madrileño para recoger algún testimonio pero “estaba desierto”, cuenta en Madrid Directo.
Ángel del Río estaba por aquel entonces en el diario Ya. Le tocó cubrir la liberación de los diputados, tras una noche de tensión e incertidumbre, y en plena calle algún diputado le cuenta, a modo de anécdota, que Enrique Tierno Galván se había pasado la noche durmiendo plácidamente en su escaño.
Antonio Castro desempeñaba su labor profesional fuera de Madrid, por aquel entonces. Llegaban las primeras sospechas de que algo estaba ocurriendo: “En RNE emitían música clásica y marchas militares, yo estaba a 400 km y no tenía confirmación", explica.