La unidad canina de los Agentes Forestales de Madrid, entre otras muchas labores, se encargan de la búsqueda de cebos envenenados en el medio natural, que son colocados de forma ilegal con el objetivo de acabar con especies cinegéticas.
Un equipo de Madrid Directo ha tenido la oportunidad de acompañar a Sherlock y Marshall en un patrullaje simulacro en busca de posibles cebos envenenados. "En el monte las motivaciones pueden ser temas de caza, como matar alimañas o carnívoros, u otras veces también para proteger al ganado, o gallinas, o corderos".
Cada vez que la unidad canina encuentra algún tipo de elemento, el can se sienta junto a ello marcándolo. Según nos cuentan, el perro está entrenado de tal forma que sabe que no tiene que acercarse a ello ni comerlo siempre que lleve puesto el arnés.
Colocar cebos envenenados en el medio natural se trata de un acto delictivo contra la fauna, ya que se trata de un método selectivo en el que mueren animales protegidos o en peligro de extinción. "Cualquier tipo de comida la marcan, los animales muertos también y los venenos concretos que busca no te los digo para no dar pistas".
Una vez lo encuentran, los Agentes Forestales se encargan de hacer un análisis exhaustivo de toda la escena donde se ha acometido el delito, llevan a analizar lo encontrado por si tuviese algún tipo de veneno y detectar cuál es. "En función del tipo de veneno se puede abrir una línea de investigación u otra".
Sin lugar a dudas, la unidad canina hace una labor fundamental con el objetivo de proteger el Patrimonio Natural de la Comunidad de Madrid. Así, los Agentes Forestales trabajan para la seguridad ambiental de todos.