Detenido por atrincherarse armado en la Cañada Real

Decenas de agentes, tanto de Policía Nacional como de Policía Municipal de Madrid, han acordonado el sector seis de la Cañada Real porque Juanjo Escribano, propietario de un bar, se ha atrincherado en su bar y, según afirma, con dos menores, aunque posteriormente se ha confirmado que no era así.

Sobre las diez de la mañana, la policía llegaba a la zona para notificarle que debía abandonar el bar que regenta y su domicilio. Todo aparecía aparentemente normal hasta que a las dos de la tarde se escucharon cuatro disparos y el propio Juanjo llamaba a sus vecinos para decirles que acudiese la Policía Municipal o la Guardia Civil porque quería, por todos los medios, hablar con un juez para que le notificase él mismo que debía abandonar su casa.

Nos aseguraba que estaba atrincherado, que no iba a dejar la vivienda y que continuaría allí hasta que el juez acudiese. Decía que estaba con dos menores. La entrada de la A3 estaba cortada y tampoco se podía acceder a este sector por la parte trasera.

El acordonamiento ha sido tan grande que los autobuses que estaban trayendo a los alumnos del colegio los estaban dejando en el arcén de la Carretera de Valencia. En el caso de que no acudiese el juez, Juanjo Escribano amenazaba con que podrían ocurrir cosas peores.

Finalmente, Juanjo se ha entregado a la policía y ha sido detenido sin resistencia alguna. Al poco, han demolido la vivienda bajo orden judicial. Según fuentes policiales, no tenía rehenes y los tiros los pegó con un rifle que tenía en su vivienda.

En la parte de arriba de la casa de Juanjo estaba la vivienda de Giorgiana que, tras la demolición, también se acaba de quedar sin ella. Afirma que llevaba viviendo en esta casa desde hace doce años y que tiene dos hijos pequeños con los que ahora se acaba de quedar en la calle. "Era lo único que tenía, ahora me encuentro en la calle".