Los ultramarinos de toda la vida vuelven por todo lo alto. En este caso de la mano de Álvaro, que hace que Octavio, la tienda familiar, funcione como hace más de cuarenta años, ubicada en el número 54 de Cea Bermúdez.
"Tenemos un lema que es del productor al mostrador sin que pase por otras manos y eso nos da juego también a que nos lo hagan con nuestra marca. Nosotros seleccionamos el producto desde el productor", nos cuenta Álvaro.
Octavio se trata de tienda con sabor tradicional y familiar, donde los aromas más auténticos tienen su escaparate. "La bollería la traemos del pueblo, artesana 100%, de Sotillo de La Adrada, de Ávila, y la verdad que está buenísima".
Y, como se ha hecho toda la vida, la venden al peso. "Que no te tengas que llevar un paquete entero, que te lleves lo que te hace falta de verdad. Intentamos tener la mejor", añade Álvaro.
La tienda se divide en secciones. La primera parada nos lleva su tradicional charcutería. Posteriormente pasamos por los encurtidos, seguido los ahumados, dulces, cervezas, congelados y acabando por los quesos, uno de sus puntos fuertes, ya que cuentan con más de 300 referencias.
Uno en este ultramarinos puede llevarse los productos a casa o también degustarlos allí mismo. "El guiño de ultramarinos de toda la vida, que yo recuerdo de ir con mi abuelo y pasar a la trastienda a tomarte esa chatito y demás".
Lo que han hecho ha sido "tener la zona de restauración, detrás de la tienda, al final del todo, en la que tú te puedes sentar y desayunar, venir a comer el menú del día, venir a merendar, siempre con el producto de la tienda". Sin lugar a dudas, su especialidad es acercar al cliente productos ricos y especiales.