La Fundación Madrina habilita viviendas para acoger a mujeres y niños ucranianos que huyen de la invasión rusa
Además de alojamiento, ofrecen alimento, ropa y apoyo sanitario
Foto: Madrid Directo |Vídeo: Telemadrid
La Fundación Madrina está habilitando viviendas para acoger a las mujeres y niños ucranianos que huyen de la invasión rusa. Además, ofrecen alimento, ropa y apoyo sanitario. Un equipo de Madrid Directo se adentra en uno de estos pisos.
Acogerán a los niños menores no acompañados, a madres con niños menores y mujeres embarazadas con hijos menores a su cargo, así como a niños y madres con discapacidad, ya sea natural o producida por la guerra. Pretenden garantizarles un entorno seguro, ayudarles y protegerles con alimentación, ropa y apoyo sanitario y psicológico.
También están hablando con alcaldes de 'Pueblos Madrina' para acogerlos en las zonas rurales de la España vaciada, con el fin de darles una vivienda, una educación y un futuro digno. Asimismo, ofrecen vivienda y acompañamiento de madrinas, social y sanitario a todos aquellos que puedan desplazarse por la guerra.
Hablamos con Álex, que tiene 24 años, nació en Ucrania y desde los 4 años vive en Torrejón de la Calzada. Ha partido hacia Ucrania con su coche lleno de comida, medicamentos y mil euros, que es lo que pudo recaudar en tiempo récord a través de las redes sociales.
Allí tiene muchos amigos y también familia, como su abuelo. Está en comunicaciones con ellos, no están en una zona de conflicto, pero muchos de sus amigos se han tenido que poner de patrulleros por el pueblo.
Desde aquí quiso ayudar y a través de su Instagram y Facebook convocó un punto de recogida de medicamentos, alimentos y dinero. El pasado sábado realizó la recogida y consiguió muchos kilos de comida, medicinas y cerca de 1.000 euros.
Con todo ello, partió este pasado domingo 27 de febrero hacia la frontera de Ucrania para poder entregarlo todo y tiene pensado volver a llevarlo a cabo más adelante si la guerra continúa.
Ahora mismo dice que está muy cansado físicamente, pero no moralmente y afirma que se está encontrando a mucha gente haciendo lo mismo que él. En estos momentos está entrando a Polonia y le quedan para su destino alrededor de 300 kilómetros, por lo que en las últimas horas llegará a su destino.