Hoy en día no podemos vivir sin cobertura, ya que la necesitamos para hablar por teléfono, buscar en Internet o incluso para situaciones tan habituales como comprar en comercios. Los vecinos de Vicálvaro y Santa Eugenia denuncian sufrir un auténtico problema de desconexión.
Jorge tiene una carnicería en el Marcado de Vicálvaro y asegura que la desconexión constante. "El problema es sobre todo con el datáfono. Lo principal es que fallan las tarjetas. En teoría son como unos dos minutos el reiniciarse, pero dos minutos con personas aquí se hacen eternos".
Un problema que se traduce en datáfonos sin cobertura, pagos fallidos y pérdida de clientela. "No tenemos cobertura, nos toca subir arriba, la gente con las tarjetas lo mismo, no tiene cobertura, nos toca salir a la calle o a la escalera y la gente incluso desconfía".
Apuntan esta problemática a la falta de repetidores, pero también sospechan de un nuevo vecino en el barrio. "Hablan y comentan que es desde que está la Casa de la Moneda y puede ser verdad porque es desde entonces que empezamos el jaleo".
Apenas cinco kilómetros separan Vicálvaro del barrio de Santa Eugenia en Vallecas, donde también les ocurre lo mismo. Son numerosas veces al día las que sus vecinos ponen sus móviles en alto para alcanzar cobertura y evitar que se corten sus llamadas.
"Estamos así todos los días. Entras al barrio y entras a un hoyo". Los vecinos se sienten aislados del resto de Madrid. Un problema que también afecta con creces a los comercios de la zona, como la farmacia de Noemí.
"La verdad que es generalizado en el barrio, pero a nosotros nos afecta especialmente porque muchos clientes vienen con tarjeta sanitaria electrónica y no les sale directamente, entonces se tienen se tienen que ir a la calle, volver a entrar y ya podemos leer el QR", nos cuenta Noemí.
"De hecho, yo cuando llegué no tenía cobertura ni aquí. No podía hablar por teléfono y tuve que cambiar de compañía telefónica. Solo hay una que tiene un mínimo de cobertura", añade. Un problema del que los vecinos desgraciadamente ya están acostumbrados.