Llámalo superstición o fe. La tradición de comprar Lotería de Navidad según en qué administración va ligado a la costumbre y posesión de muñecos, convertidos en grandes aliados para atraer la fortuna.
En la administración de loterías de la calle Preciados hay un jorobado contra el que madrileños y visitantes frotan su décimo en busca de la suerte. Algo que también sucede en las administraciones San Millán, con el monje de la suerte, o El Elefante de Arenal.
Suerte o casualidad la de frotar el décimo en la trompa del elefante, esta última administración lleva ya cinco años consecutivos dando premios en estas fechas y, sin ir más lejos, otorgar el Gordo el pasado año 2022, además del quinto premio.
Además de en los muñecos de la suerte, una de las tradiciones más habituales que llevamos a cabo para atraerla a la hora de afrontar el sorteo es la de frotar el décimo en el vientre de una embarazada o en la calva de algún familiar o conocido.