Pasa del frenetismo de la batería a la paciencia de los bolillos y consigue romper con el estereotipo de bolillero
Foto: Madrid Directo |Vídeo: Telemadrid
Madrid Directo
¿Bolillos a ritmo de rock? Si tecleas en un buscador “bolillos y metal”, seguramente te aparezca Luís. Este madrileño de 27 años da clase de batería por la noche y toca en un grupo metal. Por el día, sin embargo, realiza encaje de bolillos.
Pasa del frenetismo de la batería a la paciencia de los bolillos y consigue romper con el estereotipo de bolillero.
Cuenta en Madrid Directo que la gente se queda sorprendida cuando explica sus pasiones. Porque, como afirma, la mayoría de personas que hacen bolillos son mujeres y mayores.
Aprendió cuando era pequeño y todo se lo enseñó su madre, quien afirma que es un vicio y “es mejor que el yoga”. “A todo el mundo le gusta cómo suenan los bolillos”, añade, sin embargo, cuando se junta con el metal hacen una perfecta combinación que rompe la regla.
La pandemia ha cambiado la forma de vivir y, con ella, las modas. A raíz del confinamiento, coser se ha puesto de moda. ¡Y también a máquina de coser vuelve a apretar con fuerza el pedal!
Aquel aparato que estaba en casa de nuestra abuela y que no sabíamos cómo funcionaba, de nuevo se usa. La gente está más interesada en la confección, la costura, los arreglos, y hay más conciencia por reutilizar y darle una nueva vida a la ropa.
En el mes de octubre la demanda se disparó un 32%. El motivo es la mayor conciencia medioambiental y el ahorro, la industria textil es la 2ª más contaminante del mundo y no siempre es barato llevar a arreglar la ropa.