Navacerrada clausura hoy sus tradicionales fiestas en honor a San Antonio de Padua por todo lo alto con una mañana llena de actividades, como el traslado del Santo o las típicas rosquillas y chocolate con churros, además del plato fuerte de la jornada: la esperada romería.
Este tradicional evento pone la guinda del pastel a las fiestas de Navacerrada. Los vecinos del municipio han acompañado de la mejor forma posible a San Antonio de Padua: con carrozas, caballos y dulzaineros. Ni los más pequeños han querido perderse este gran día.
Al terminar la romería en la ermita, la fiesta no se detiene. En su entorno se ha celebrado un concurso de carrozas y, posteriormente, se han podido degustar las deliciosas patatas con costillas, entre otros platos, en una actividad gestionada por los hosteleros del municipio.
La creencia de que San Antonio es el Santo del amor se remonta a la Edad Media y, aunque no exista una explicación clara del por qué, algunos expertos sugieren que su fama se debe a su capacidad para ayudar a las personas de encontrar objetos perdidos y, por supuesto, el amor verdadero.
Además de las fiestas de San Antonio de Padua, Navacerrada tiene otra fiesta principal que cuenta con gran tradición y arraigo entre sus habitantes: Nuestra Señora de la Natividad, que se celebra el 8 de septiembre.