En nuestra sección de ‘Rutas’, hoy recorremos varios conventos de la capital en busca de los secretos mejor guardados. Visitamos el Convento de las Carboneras y el Convento de Las Descalzas.
Convento de las Carboneras
Formalmente conocido como ‘Monasterio Jerónimo del Corpus Christi’, está situado en la plaza del Conde de Miranda. El nombre por el que se le conoce, ‘Carboneras’, se debe a un antiguo cuadro de la Virgen Inmaculada que fue hallado en una carbonera y que, posteriormente, fue donado al convento.
Trata del año 1605 y fue fundado por Beatriz Ramírez de Mendoza, quien regresa cada noche a rezar el rosario con todas sus compañeras según la leyenda. Además, otro dicho es que cuando una monja fallecía, se colocaba una calavera y un paño negro en su lugar de comida, y posteriormente su ración de comida se repartía a una persona pobre en la calle.
Actualmente, al ser un convento de clausura, las monjas venden gran variedad de galletas y dulces a los que llegar a través de la calle del Codo. En 1981 se le declaró Bien de Interés Cultural.
Convento de Las Descalzas Reales
Este convento de clausura, situado en la plaza de Las Descalzas, es del año 1559 y fue fundado por Juana de Austria. Está construido sobre uno de los primeros palacios que tuvo Madrid donde podrían haberse celebrado las primeras cortes de la ciudad.
Obtiene una gran cantidad de riqueza artística debido a todas las donaciones que recibía antiguamente por parte de la Casa Real o la alta aristocracia. Se dice que solo podían habitar este convento 33 monjas, coincidiendo con la edad de Cristo.
En este caso, las monjas no se dedican a la repostería sino que, su función se basa en la restauración de todos los textiles que se encuentran dentro del convento.