La falta de mantenimiento convierte a estos vecinos de Carabanchel en jardineros
De los árboles del propio parque de la zona
El Parque de las Cruces de Carabanchel sufre una sequía que obliga a los vecinos a sacar sus garrafas de agua e irse hasta allí para regarlos y, evitar, que los que están bien no se sequen.
Cincuenta hectáreas de parque en el que 15 vecinos acuden con sus garrafas de agua para evitar una sequía mayor. Con 12 garrafas de 10 litros cada una estos vecinos riegan sin descanso todos los sábados por la mañana.
La falta de riego y de cuidado en la zona ha obligado a sus vecinos a convertirse en jardineros por obligación.
Esta situación desde el Ayuntamiento de la zona asegura que los árboles plantados se tratan de especies con alta capacidad de resistencia a la sequía. Por otro lado, para ellos todos están bien en su conjunto, además, se trata de un parque de grandes dimensiones que abarca dos distritos. Alegan que es posible que alguno de los ejemplares pueda tener algún síntoma de estrés por el calor de los últimos años, pero eso ocurre en todos los árboles de Madrid.