En la Calle Bravo Murillo hay hasta 16 salas de juego, más de 30 en todo el distrito. En la Comunidad de Madrid, las salas de juego han crecido un 58% en los últimos tres años. Los vecinos también se quejan de la proliferación a pocos metros de algunos colegios.
El perfil del jugador, según los vecinos, son personas de entre 18 y 50 años.