Un caribú de Groenlandia, un muflón, un corzo y varios venados. Son cabezas de animales que cuelgan de las paredes de un restaurante de Usera. Según contaba El Mundo, la Policía Municipal de Madrid descubrió el pasado miércoles hasta 10 trofeos de caza que habían sido comercializados de forma ilegal.
Son especies de otros países que solo se pueden importar con autorización y documentos CITES que el dueño no pudo aportar, así que los agentes le acusan de un presunto delito contra la fauna y la flora.
Según explica el dueño a Madrid Directo, las compró en Milanuncios, una página donde se ofrecen diversos productos y servicios. “Los animales son de Murcia. Soy cazador, cazo en Guadalajara, pero estos animales los he comprado”, se excusa el dueño, quien afirma que no sabía que tenía que tener ninguna documentación. Nos cuenta que le ha costado 500 euros cada cabeza.
Sin embargo, otras fuentes indican que alguno de los animales los había matado él mismo durante una cacería en cotos de Castilla La Mancha y Castilla y León. También señaló el mismo dueño que alguno los disecó un taxidermista de fuera de Madrid que no le pidió ningún tipo de permiso para la conservación de los animales muertos.