La habitación del pánico se encuentra al final del pasillo, bajando las escaleras de la casa. Su acceso está escondido, blindado, oculto y protegido por un código de seguridad que solo conocen los propietarios.
No hay rastro de este sitio, no aparece en ningún plano, pero existe, aunque solo se lo pueden permitir personas con un alto coste adquisitivo.
Madrid Directo se cuela en la estancia de máxima seguridad de una casa madrileña.
Estos lugares se han utilizado como argumento de muchas tramas de películas, libros y series. Sin embargo, la realidad es que su objetivo principal es tener un espacio protegido ante asaltos y robos.
Los elementos que convierten a una estancia en la habitación del pánico son: Refuerzo de paredes con hormigón y/o estructura metálica, puerta acorazada, ventanas blindadas y persianas de alta seguridad automatizadas, una línea de teléfono individual y un circuito cerrado de cámaras de seguridad.
Los hurtos en las casas aumentan durante el verano, cuando nos vamos de vacaciones. Algunas de las recomendaciones de los expertos son actualizar las cerraduras, instalar sistemas de alarma, no dar pistas de que la casa está vacía, no publicar nuestros planes en redes sociales y pedir la colaboración de los vecinos.
La puerta debe ser acorazada, de mayor grosor que las puertas normales, y contar con una llave de acceso especial, tridimensional, y que no puede ser copiada. De esta forma, el bombín no podría abrirse con ganzúas.
También es importante en las puertas las bisagras, los cercos. Una puerta acorazada que esté certificada al fuego y que esté ensayada acústica y térmicamente.
Mantener las persianas cerradas, instalar una alarma o guardar los objetos de valor en otro lado, pueden ser otras de las recomendaciones.
Tampoco dejes objetos de valor a la vista, lo más recomendable es dejarlos bien escondidos en cajones o armarios. Los ladrones no se van a tomar el tiempo de registrar la casa minuciosamente, ya que esto aumenta el riesgo de que sean visibles durante sus actos.