Los vecinos la urbanización Cotorredondo de Batres denuncian la suciedad que se acumula en el río Guadarrama: neveras, restos de obra y mucha más basura que se limpia, pero vuelve a aparecer contantemente.
Los afectados dicen que el río se ha convertido en un vertedero desde Arroyomolinos hasta Batres, y creen que los culpables son otros vecinos que viven de la chatarra. Según creen, esto viene de un asentamiento que hay aguas arriba.
Toda la suciedad se acumula en la zona de Las Sabinas, luego la corriente arrastra todos los enseres y acaba en la zona de Batres y otros municipios. "La causa está ahí arriba, pero al final los efectos los sufrimos los pueblos que vivimos aquí más abajo".
Piden atacar a la causa del problema, es decir, a todos los vertidos que se tiran en la zona de arriba. "Si no atacamos la causa, vamos a estar toda la vida luchando contra los efectos". Afirman que están continuamente el río y creen que las administraciones están haciendo todo lo posible por que esto no suceda, pero que "lo que falla es el sistema".
Hace tres meses, Raúl de Ecologistas en Acción nos hablaba de este mismo problema en el río Guadarrama a su paso por Arroyomolinos. Nos contaba que los muebles allí arrojados son sacados de pisos que hacen reformas y que, en lugar de acabar en un vertedero controlado, terminan allí.
También nos decía que los residuos domésticos provenían de viviendas que no deberían encontrarse ahí porque no cuentan con un servicio de recogida de residuos ni contenedores y los caminos de basura, obviamente, no acceden a la zona.
Solo en el entorno del río Guadarrama a su paso por Arroyomolinos existen cuatro vertederos de material sólido contaminantes y zonas con varios basureros acumulados. Asimismo, el cauce del Arroyo de la Arrollada está plagado de vertidos líquidos, presentes en otros puntos del municipio.
Se trata de vertidos con flujos continuados, aguas negras o aceitosas y, en varios casos, subterráneos. En esta zona, en total, existen hasta 28 vertederos y vertidos ilegales en 20 kilómetros cuadrados, es decir, casi un vertido y medio por kilómetro, además de ser en una zona incluida en el Parque Regional del Curso Medio del Río Guadarrama.
Enrique García, portavoz de la OCU, nos dice esta situación se trata de un problema gravísimo porque, por ejemplo, los frigoríficos tienen gases refrigerantes que dañan la capa de ozono y deben ser extraídos de una planta de reciclaje.
Nos cuenta que los residuos electrónicos deben desecharse en el punto limpio que además es gratuito y muchos Ayuntamientos tienen servicios gratuitos de recogida de estos aparatos y hay obligación de que cuando cogemos uno nuevo sea en el punto de venta.