Se estima que, en España, más de dos millones de personas sufren disfagia y que cerca del 90% de ellas no está correctamente diagnosticada. En Madrid mejora tu vida, nos trasladamos hasta el Centro de Referencia Estatal de Atención al Daño Cerebral (CEADAC) para conocer más detalles sobre esta afección de la mano de la doctora Susana Pajares.
Acerca de la disfagia
“Es una alteración que consiste en la dificultad de deglución”, afirma la doctora Pajares. La dificultad para transportar los alimentos de la boca al estómago varía según el tipo de personas que la sufre. Hay quienes tienes problemas de deglución con líquidos, otras con sólidos y hay quienes presentan problemas en ambos casos. En muchos casos, la afección puede ser dolorosa y la tos al consumir determinados alimentos, es el síntoma más revelador.
Se puede hablar de dos tipos de disfagia:
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Disfagia orofaríngea. Dificulta el paso de alimentos sólidos y líquidos desde el primer momento del proceso deglutorio.
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Disfagia esofágica. Donde las dificultades aparecen mientras los alimentos bajan por el esófago.
Entre las complicaciones que pueden aparecen, la dificultad para tragar puede provocar:
- Desnutrición, pérdida de peso y deshidratación.
- Neumonía por aspiración. La dificultad para tragar puede provocar que los alimentos o los líquidos ingresen en las vías respiratorias y causar neumonía por aspiración debido a que los alimentos introducen bacterias en los pulmones.
- Atragantamiento.
¿Cómo debe ser la alimentación en caso de disfagia?
En aquellas personas con disfagia, una correcta alimentación exige una modificación en la textura y consistencia de los alimentos. Esta modificación puede afectar tanto a líquidos como a alimentos sólidos, con el fin de facilitar la formación del bolo alimenticio -porción de alimento que se ingiere de una sola vez- y evitar atragantamientos o la neumonía por aspiración.
Algunas características generales que debe presentar la alimentación adaptada a esta afección son las siguientes:
- Que esté elaborada con alimentos que puedan triturarse.
- En caso de ser purés, han de ser espesos con una textura suave y uniforme.
- La consistencia ha de ser húmeda y resbaladiza con el fin de que el alimento pueda deslizarse por la garganta.
- Que tenga una consistencia cohesiva es decir que no se divida o fragmente fácilmente.
- Que no se pegue al paladar.