La Comunidad de Madrid extenderá a lo largo de este año a las residencias públicas de mayores y de personas con discapacidad un mecanismo de texturización de alimentos para facilitar su ingesta para las personas que lo necesiten.
Esto será posible mediante la adquisición de nuevas máquinas que transforman la comida para su mejor deglución.
Este método permite que platos como la ensaladilla rusa, las patatas a la riojana, los huevos fritos con patatas o el cocido adquieran una consistencia segura para las personas con problemas de disfagia, explican.
Además, facilita que alimentos que se hayan eliminado de su dieta por riesgo de atragantamiento puedan volver a ingerirse, al tiempo que se conservan todas sus propiedades nutritivas.