El verano es buena época para mejorar algunas patologías como el ojo seco, ya que se trabaja menos con pantallas y solemos viajar a zonas húmedas. Por otro lado, otros factores como el cloro o la sal del mar pueden hacer que aparezcan determinadas infecciones.
En Madrid mejora tu vida nos desplazamos hasta la clínica Miranza para conocer más acerca de las afecciones oculares típicas del verano de la mano del oftalmólogo Pedro Arriola.
Problemas oculares más comunes
Piscina, aires acondicionados, radiación solar, son factores que pueden ser muy perjudiciales para nuestros ojos en el verano. A continuación, enumeramos algunas de las afecciones más típicas:
Conjuntivitis irritativa. Como consecuencia de la exposición al sol. Los rayos ultravioletas penetran en el ojo produciendo rojez, lagrimeo y molestias. Cuando esta exposición es mayor y produce un daño en la córnea llamado queratitis.
Una exposición prolongada a lo largo del tiempo puede causar patologías oculares degenerativas como la pinguécula (pequeño tejido blanco amarillento en la parte blanca del ojo) y el pterigion (tejido blanco amarillento que invade la córnea).
Cuerpos extraños. Un ambiente seco, el agua del mar o la arena pueden hacer que se introduzcan cuerpos extraños en nuestros ojos. Lo más importante si esto ocurre es no frotar el ojo, sino aclarar con abundante agua. Si esto no saca el cuerpo de nuestro ojo, se debe acudir al médico.
Orzuelos. Especialmente comunes en niños. Se produce por una infección en las glándulas sebáceas del párpado. La bacteria estafilococo suele ser la responsable de gran parte de estas infecciones. Para prevenirlo se recomienda usar gafas para el agua, mantener una correcta higiene en las manos y no secarnos los ojos directamente con la toalla.
Conjuntivitis alérgica. Cuando entramos en contacto con un agente alérgeno como el cloro, podemos experimentar síntomas oculares desagradables como enrojecimiento, picazón y ardor.
Cómo proteger nuestros ojos
Para mantener una correcta salud ocular, debemos en primer lugar proteger nuestros ojos de la exposición solar. Para ello, los oftalmólogos advierten de la importancia de usar gafas de sol debidamente homologadas. Es importante adquirirlas en establecimientos especializados, pues evitaremos que lleven un distintivo falso.
En el caso del cloro, debemos usar siempre gafas de natación para evitar el contacto directo con el agua. Si no tenemos gafas, evitaremos abrir los ojos bajo el agua. Hay que lavarse los ojos después de bañarse y no compartir las toallas de baño para evitar infecciones.