Zlín es la capital del imperio Bata, una empresa de calzados que fue muy famosa a nivel internacional a finales del siglo XIX. Y sus oficinas son de lo más peculiares: en uno de los ascensores encontramos el despacho del dueño de la compañía.
La empresa llegó a tener en plantilla 100.000 empleados en todo el mundo, pero ahora cuenta con la mitad. Visitamos el Museo del Calzado, lleno de diseños increíbles. La familia Bata producía estos zapatos entre 1894 y 1945, hasta la llegada de la Unión Soviética que nacionalizaba las empresas.
La empresa se adelantó y se expandió por otros países. Por eso ahora no produce nada en Chequia, sino en Suiza, mientras que la familia vive en Canadá.
La empresa llegó a ser tan exitosa porque utilizó un sistema de producción en cadena para el calzado, llegando a producir hasta 2.200 zapatillas al día. Además, en lugar de cuero, usaban tela, alcanzando un producto final mucho más barato.